FESTEJO DE REJONES

CRÓNICA TAURINA
Los ejemplares de Arucci dieron un juego desigual, yendo de menos a más, de tal forma que el quinto, pero sobre todo el cuarto de la tarde, un toro colorado de buena estampa y bravura, hicieron las delicias de un público entregado y en ocasiones demasiado complaciente.
Abrió la tarde el caballero Navarro Orenes, con un eral mansurrón que buscaba el abrigo de las tablas en la zona de sombra y que sólo le permitió dar una vuelta al ruedo.
El segundo de la tarde, fue para el torero de la tierra José Cámara, el cual con parte del respetable en el bolsillo desde antes de empezar, no tuvo mayor problema en cortar una discutible oreja a un novillo que, aunque mejor que su anterior hermano, no colaboró mucho.
Al tercero del festejo le hizo una faena aceptable Navarro Orenes, y aunque estuvo desacertado en la suerte de matar, fue agraciado por el respetable con una oreja.
Del cuarto, ya hemos hablado, el mejor de la tarde sin lugar a dudas, oportunidad que no dejó escapar Cámara, con una buena faena, sólo desmerecida a la hora de matar. Su público lo premió de forma exagerada con los dos apéndices y el rabo; así mismo, el toro recibió el aplauso de los asistentes y dio una vuelta a la arena del coso perinero arrastrado por un par de lustrosas mulillas que más bien parecían fornidos caballos percherones por su majestuoso aspecto.
El quinto de la tarde, el sobrero que por suerte no tuvo que ser usado, fue toreado por colleras. Era un morlaco de capa berrenda que dio un buen juego durante su lidia a cargo de los dos caballeros rejoneadores, aunque no se le cortó ninguna oreja, ya que como a sus hermanos de manada costó mucho matarlo. Cabe subrayar lo acertado de los avezados puntilleros, que con sus certeros cachetazos aceleraron el final de todas las faenas.
Por último resaltar que durante el festejo se sorteó un potro y se realizó la suelta de una vaquilla.